La paleontología, esa fascinante disciplina que nos permite asomarnos al pasado, ha sido testigo de un descubrimiento asombroso. Científicos canadienses han logrado extraer y secuenciar proteínas de un diente de rinoceronte de hace 24 millones de años. Este hallazgo, publicado el 9 de julio de 2025, abre una ventana a la historia evolutiva de estos majestuosos animales y nos invita a reflexionar sobre el paso del tiempo.
El diente, encontrado en el cráter de Haughton, en la isla Devon, Nunavut, ha revelado secretos que antes solo podíamos imaginar. Gracias a técnicas avanzadas, los investigadores pudieron analizar el esmalte dental y obtener información crucial sobre la evolución de los rinocerontes. La preservación excepcional de las proteínas, un factor clave en este descubrimiento, se debe a las condiciones ambientales únicas del cráter, un auténtico 'tesoro biomolecular' natural.
Este estudio nos recuerda la importancia de la preservación de sitios geológicos únicos. El cráter de Haughton, con su clima frío y seco, ha actuado como un 'búnker' natural, protegiendo las proteínas de la degradación durante millones de años. Este descubrimiento nos permite reconstruir las relaciones evolutivas de los rinocerontes con mayor precisión, superando las limitaciones del ADN, que puede degradarse con el tiempo.
El equipo de investigación, liderado por el Dr. Ryan Sinclair Paterson, ha demostrado que las proteínas pueden sobrevivir mucho más tiempo que el ADN en las condiciones adecuadas. Este hallazgo es un hito en la paleoproteómica y nos anima a explorar el pasado con nuevas herramientas. La investigación en el cráter de Haughton podría revelar más secretos sobre la vida en la Tierra, ofreciendo una perspectiva más completa de nuestra historia.