Una nueva enzima descubierta en Australia promete revolucionar la utilización de la lignina, un subproducto forestal, convirtiéndola en recursos valiosos para diversas industrias. La lignina desechada, que constituye aproximadamente el 98% de los residuos forestales, ahora puede procesarse utilizando un enfoque de química verde, extrayendo moléculas de alto valor que sirven como bloques de construcción para compuestos como fragancias, sabores, combustibles y terapias.
La Dra. Fiona Whelan, criomicroscopista electrónica de Adelaide Microscopy en la Universidad de Adelaida, destaca los beneficios ambientales de este descubrimiento. "Los procesos químicos tradicionales para la síntesis de este tipo de productos químicos se basan en compuestos de partida derivados del petróleo y catalizadores de metales pesados, lo que los convierte en procesos no renovables e inherentemente tóxicos", afirmó. La nueva enzima ofrece una alternativa sostenible, transformando potencialmente la lignina y otros flujos de residuos biológicos en biorrefinerías para productos químicos finos.
La lignina, un polímero prevalente tanto en maderas duras como blandas, se acumula en alrededor de 100 millones de toneladas de residuos anuales procedentes de la agricultura y la silvicultura. Los métodos tradicionales de procesamiento de la lignina implican altas temperaturas, presiones, ácidos fuertes y disolventes venenosos, lo que hace que el proceso sea costoso y perjudicial para el medio ambiente.
Los investigadores identificaron que una bacteria del suelo, Amycolatopsis thermoflava, contiene enzimas capaces de procesar moléculas de lignina de forma económica, utilizando peróxido de hidrógeno para impulsar la reacción. Esta enzima sirve como modelo para el desarrollo de enfoques de química verde para generar productos químicos de alto valor aplicables en las industrias de sabores, fragancias y química medicinal.