Los análisis de madera de hasta 9.000 años de antigüedad de los Alpes revelan una tendencia a la sequía estival a largo plazo a lo largo de la época del Holoceno. El estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Innsbruck y publicado en Science Advances el 4 de abril de 2025, sugiere que las sequías recientes, aunque intensas, no son únicas en el contexto de la variabilidad del Holoceno.
El equipo de investigación, dirigido por el dendrocronólogo Kurt Nicolussi, analizó los isótopos estables de oxígeno (δ18O) en los anillos de crecimiento de 192 alerces y pinos cembra. Estos isótopos actúan como indicadores de las condiciones climáticas estacionales, reflejando las tasas de evaporación durante el crecimiento de los árboles. Los valores más altos de δ18O indican una mayor evaporación y condiciones más secas.
El estudio encontró que el Holoceno temprano y medio (aproximadamente entre 9.000 y 5.000 años atrás) se caracterizó por veranos relativamente húmedos. Se ha observado una tendencia a la sequía desde hace 5.000 a 4.500 años, marcada por distintas fases húmedas y secas. En particular, la Pequeña Edad de Hielo (c. 1260-1860 d.C.), a menudo descrita como fría y húmeda, también contuvo períodos de sequía significativa.
"Los períodos de sequía actuales pueden parecer extraordinarios en su intensidad, pero no son únicos en el contexto de la variabilidad del Holoceno", afirma el estudio. Este hallazgo tiene implicaciones significativas para la comprensión y la gestión de los recursos hídricos en la región alpina, que es muy vulnerable a los impactos del cambio climático. Los datos cronológicos detallados proporcionados por el análisis de los anillos de los árboles ofrecen una herramienta valiosa para evaluar los cambios hidroclimáticos a largo plazo e informar los futuros modelos climáticos.
El equipo de investigación planea analizar más a fondo los isótopos de hidrógeno y carbono dentro de los anillos de los árboles, así como el contenido de celulosa de la madera, para obtener una comprensión más completa de las condiciones climáticas pasadas. La combinación de datos isotópicos dendrocronológicos con otros datos proxy y modelos climáticos ofrece un gran potencial para futuros estudios sobre la dinámica del balance hídrico de Europa Central.