En un avance que podría remodelar el diseño de moléculas a nanoescala, científicos de la EPFL en Suiza han identificado la 'flexibilidad de interfaz' como una propiedad crucial que gobierna la autoorganización de moléculas en redes supramoleculares cristalinas. El estudio, publicado en *Nature Chemistry*, revela que la rigidez en el punto donde las moléculas se conectan es más crítica que la fuerza de los enlaces químicos. Maartje Bastings, jefa del Laboratorio de Biomateriales Programables (PBL) en la EPFL, explica que las estructuras de redes hexagonales son comunes en la naturaleza, citando las colmenas como ejemplo. El equipo de investigación, que incluye miembros del Laboratorio de Bio y Nano-Instrumentación (LBNI) dirigido por Georg Fantner, utilizó hebras de ADN nanoingenierizadas para examinar los factores que controlan la formación de redes. El equipo moduló la flexibilidad de los 'brazos' de estrella de ADN y observó que los brazos rígidos formaban redes hexagonales estables, mientras que los brazos flexibles no lo hacían. Las simulaciones mostraron que los brazos rígidos eran más propensos a alinearse en una forma paralela, facilitando las conexiones. "La interfaz donde dos moléculas se juntan debe ser rígida; si una es flexible, hay menos posibilidades de que las moléculas permanezcan conectadas", declaró Bastings. El descubrimiento tiene aplicaciones potenciales en nanoterapias celulares, espintrónica y la prevención de enfermedades como el Alzheimer. Al controlar la flexibilidad de la interfaz, los científicos podrían diseñar proteínas para el autoensamblaje o interrumpir redes no deseadas, como las placas amiloides. Bastings prevé que este trabajo tenga un impacto en la creación de electrónica de próxima generación a través del autoensamblaje de redes a nanoescala.
Flexibilidad de Interfaz: Nueva Clave para el Diseño de Redes a Nanoescala
Edited by: Vera Mo
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