Observaciones recientes del Observatorio de Rayos Gamma HAWC (High-Altitude Water Cherenkov) han transformado nuestra comprensión de la radiación cósmica, revelando que los potentes rayos gamma pueden originarse en microcuásares dentro de nuestra galaxia.
Tradicionalmente, se creía que esta radiación de alta energía era exclusiva de cuásares distantes alimentados por agujeros negros supermasivos. Sin embargo, el microcuásar V4641 Sagittarii, ubicado a aproximadamente 20,000 años luz en la constelación de Sagitario, ha sido identificado como una fuente de rayos gamma con energías de fotones que alcanzan hasta 200 teraelectronvoltios (TeV).
Este descubrimiento desafía teorías establecidas, ya que se asumía previamente que solo los agujeros negros supermasivos podían generar radiación tan intensa. V4641 Sagittarii, un sistema compacto compuesto por una estrella masiva y un agujero negro, ha demostrado que incluso sistemas más pequeños pueden producir rayos gamma comparables.
El observatorio HAWC, situado en México, utiliza un conjunto de 300 grandes tanques de agua para detectar partículas cósmicas. Cuando las partículas de alta energía atraviesan el agua, emiten radiación de Cherenkov, que luego se analiza para determinar la energía y la fuente de los rayos cósmicos entrantes.
Notablemente, el chorro de V4641 Sagittarii está orientado directamente hacia la Tierra, creando un fenómeno conocido como movimiento superlumínico, donde partes del chorro parecen moverse más rápido que la luz. Aunque esto no viola las leyes de la física, proporciona a los investigadores una oportunidad única para estudiar estos chorros de alta energía sin las distorsiones asociadas con las vastas distancias cósmicas.
La Dra. Sabrina Casanova del Instituto de Física Nuclear de la Academia Polaca de Ciencias, quien dirigió el estudio, destacó que V4641 Sagittarii no está solo. Otros microcuásares, observados por instalaciones como LHAASO en China, también están mostrando signos de emitir fotones de muy alta energía. Esto sugiere que los microcuásares podrían desempeñar un papel significativo en la producción de rayos cósmicos dentro de nuestra galaxia.
Este avance abre nuevas avenidas para la investigación, permitiendo a los científicos investigar los procesos de radiación cósmica en tiempo real. La radiación relativamente no perturbada de los microcuásares cercanos permite una comprensión más clara de la física que rige los chorros de alta energía, enriqueciendo nuestra comprensión de cómo estos fenómenos influyen en la estructura y evolución de las galaxias.