Un creciente cuerpo de investigación enfatiza el papel crucial de la luz natural en la promoción del bienestar humano y la función cognitiva. La exposición a la luz natural influye significativamente en el ritmo circadiano, la regulación hormonal e incluso la actividad biofotónica. Los estudios indican que maximizar la luz natural en ambientes interiores puede conducir a una mejor eficiencia cerebral y bienestar general.
Una mayor exposición a la luz natural se ha relacionado con un mejor rendimiento cognitivo, incluidas mejoras en la memoria de trabajo y la capacidad de concentración. La luz natural también eleva el estado de ánimo al aumentar los niveles de serotonina, lo que ayuda a prevenir afecciones como el estrés, la ansiedad y la depresión. Un estudio reciente publicado en marzo de 2025 destaca que la luz natural mejora significativamente el estado de ánimo, reduce el estrés y mejora el rendimiento cognitivo al regular los ritmos circadianos y promover el confort visual.
Por el contrario, la exposición reducida a la luz natural puede interrumpir el ritmo circadiano, lo que lleva a una disminución de las emisiones biofotónicas, somnolencia y aumento del estrés. Las estrategias para maximizar la exposición a la luz del día incluyen la incorporación de grandes ventanas, tragaluces y superficies reflectantes en los diseños arquitectónicos. Priorizar la luz natural en los lugares de trabajo, las instituciones educativas y los espacios residenciales es esencial para crear entornos que apoyen la salud mental y la calidad de vida en general.