El futurista Dr. Ian Pearson predice que los humanos podrían alcanzar una forma de "inmortalidad electrónica" para 2050 a través de la tecnología avanzada [1, 4, 7]. Esto implica varios enfoques, incluida la ingeniería genética para prevenir el envejecimiento celular, la impresión 3D de órganos para el reemplazo y las interfaces mente-ordenador [1, 3, 4].
Tecnologías clave para una vida útil prolongada
Ingeniería genética: Los científicos están explorando formas de detener o revertir el envejecimiento celular a través de la manipulación genética [1, 3, 6]. Investigadores de la Universidad Estatal de Washington han desarrollado ratones genéticamente modificados con telómeros cortos similares a los humanos para estudiar el envejecimiento celular, lo que podría conducir a estrategias que activen las células para proteger los telómeros y extender la vida útil saludable [2].
Reemplazo de órganos: El desarrollo de órganos impresos en 3D podría permitir el reemplazo de órganos viejos o dañados por otros nuevos, manteniendo así las funciones corporales juveniles [1, 3, 5]. Los investigadores han creado con éxito un páncreas funcional a partir de células humanas que funciona en ratones, lo que marca un paso importante hacia el reemplazo de órganos [5].
Interfaces mente-ordenador: El Dr. Pearson sugiere que para 2050, la conexión de las mentes al ciberespacio podría permitir a las personas continuar su existencia en servidores informáticos incluso después de que sus cuerpos biológicos hayan muerto [1, 7]. Este concepto implica cargar la mente en la nube y utilizar androides como cuerpos de reemplazo [4].
Desafíos y consideraciones
Si bien estas tecnologías ofrecen posibilidades interesantes, siguen existiendo desafíos. La asequibilidad es una preocupación, ya que estos tratamientos pueden estar disponibles inicialmente solo para los ricos [3, 7]. Las consideraciones éticas, como la propiedad y el control de la propia mente en una vida futura digital, también necesitan una cuidadosa consideración [4].
La investigación en curso se centra en comprender y abordar las causas subyacentes del envejecimiento, con el objetivo de extender no solo la vida útil, sino también la vida útil saludable, el período de la vida libre de enfermedades relacionadas con la edad [2, 9, 10].