Un nuevo enfoque para tratar la insuficiencia cardíaca severa ha sido desarrollado por un equipo liderado por Wolfram-Hubertus Zimmermann en el Centro Médico Universitario de Göttingen. Este método utiliza células madre pluripotentes inducidas (iPS), que pueden generarse a partir de células corporales maduras y pueden diferenciarse en varios tipos celulares, incluido el tejido muscular cardíaco.
El parche cardíaco, de aproximadamente 100 centímetros cuadrados, se crea a partir de células iPS y contiene tanto células musculares cardíacas como células de tejido conectivo. Zimmermann indica que el proceso de producción toma alrededor de tres meses. El implante está diseñado para aplicarse al músculo cardíaco debilitado, con el potencial de mejorar su capacidad de bombeo.
Las pruebas iniciales en ratas y monos rhesus durante un período de tres a seis meses indicaron que los implantes, compuestos de 40 a 200 millones de células cardíacas, podían mejorar la función cardíaca. Tras estos resultados preclínicos, el Paul-Ehrlich-Institut aprobó las primeras pruebas en humanos del parche cardíaco.
En un estudio publicado en Nature, se discutió el caso de una mujer de 46 años con insuficiencia cardíaca avanzada, junto con condiciones como diabetes tipo 2 e hipertensión. Después de recibir el parche cardíaco, su eficiencia de bombeo del ventrículo izquierdo aumentó del 35 % al 39 % en tres meses. Esto marcó la primera evidencia de que la reparación del músculo cardíaco a través de la regeneración es posible en humanos.
Actualmente, 15 pacientes han recibido el parche cardíaco, con un total de 53 planeados para el estudio. Se esperan los primeros datos clínicos para finales de 2025. Aunque el parche está destinado a servir como un puente hasta que esté disponible un trasplante de corazón, Zimmermann sugiere que también podría funcionar como una solución permanente.
Los pacientes deben tomar inmunosupresores después del procedimiento; sin embargo, no se han observado efectos secundarios significativos o un aumento en el riesgo de tumores. Las células utilizadas para crear las células iPS no se tomaron de los propios pacientes debido a los desafíos logísticos y las posibles reacciones de rechazo.
Aproximadamente una de cada diez personas con insuficiencia cardíaca, lo que equivale a unas 200,000 personas en Alemania, podría ser elegible para esta terapia. Un estudio regulatorio podría comenzar tan pronto como en 2026, y se están realizando solicitudes de permisos especiales para tratar a más pacientes antes de la aprobación oficial. Este enfoque basado en células madre también podría tener potencial para tratar otras condiciones, incluidas la enfermedad de Parkinson y la degeneración macular relacionada con la edad.