TOKIO -- Un reciente estudio de investigadores japoneses ha descubierto los mecanismos biológicos que vinculan el estrés psicológico con el aumento de los síntomas alérgicos. Publicada en el Journal of Allergy and Clinical Immunology, la investigación identifica cómo el estrés afecta a las células inmunitarias, específicamente los macrófagos, que normalmente reducen la inflamación.
Cuando estamos estresados, los macrófagos pueden perder su capacidad de funcionar de manera efectiva, lo que resulta en síntomas alérgicos prolongados que pueden durar hasta una semana después del estrés. El estudio se centró en la inflamación cutánea alérgica provocada por anticuerpos IgE, que reaccionan de manera excesiva a sustancias inofensivas como el polen y los alérgenos de mascotas.
Los ratones de laboratorio sometidos a estrés mostraron reacciones alérgicas significativamente más severas en comparación con los ratones no estresados, con un aumento notable de eosinófilos, glóbulos blancos que pueden causar daño tisular durante las reacciones alérgicas.
La liberación de norepinefrina por el sistema nervioso simpático durante el estrés interfiere con las funciones antiinflamatorias de los macrófagos, particularmente su papel en la eliminación de células muertas. Esta deficiencia conduce a la inflamación, creando un ciclo que agrava las reacciones alérgicas.
Bloquear la respuesta de los macrófagos a la norepinefrina evitó el empeoramiento de las alergias inducido por el estrés. Los hallazgos del estudio indican que el estrés puede dejar un impacto duradero en las células inmunitarias, conocido como 'memoria del estrés', que influye potencialmente en el desarrollo de enfermedades.
Los investigadores también notaron que inhibir una enzima llamada caspasa-1 podría reducir la inflamación en ratones estresados, sugiriendo un nuevo enfoque terapéutico. El Dr. Soichiro Yoshikawa de la Universidad Juntendo enfatizó las implicaciones del estudio para comprender cómo el estrés agrava diversas enfermedades, incluyendo cáncer y trastornos autoinmunes.
Estos hallazgos subrayan la importancia de manejar el estrés tanto para la salud mental como para la función del sistema inmunológico.