Los alineamientos de Carnac, situados en la región de Bretaña, Francia, son una concentración excepcional de monumentos megalíticos que se extienden a lo largo de más de 10 kilómetros y comprenden más de 3.000 piedras dispuestas en líneas rectas y curvas. Estos monumentos han sido objeto de estudio durante siglos, pero recientes investigaciones han arrojado nueva luz sobre su origen y función.
Un equipo de arqueólogos franco-sueco, liderado por la Universidad de Gotemburgo y en colaboración con la empresa francesa Archeodunum y la Universidad de Nantes, ha logrado datar con mayor precisión una sección de estos alineamientos. Los resultados indican que fueron construidos entre 4600 y 4300 a.C., situándolos entre los monumentos megalíticos más antiguos de Europa. Este hallazgo confirma la región del Golfo de Morbihan como un centro temprano de construcción megalítica en Europa.
Las excavaciones en Le Plasker, una zona previamente desconocida situada en Plouharnel, han revelado características arqueológicas significativas, incluyendo pozos de cimentación alineados junto a hogueras o fogones. Estos hallazgos sugieren que la construcción de los alineamientos pudo haber estado asociada con actividades relacionadas con el fuego, aunque su propósito exacto aún no está claro. Además, se descubrió una tumba monumental construida alrededor de 4700 a.C., ubicada directamente sobre los restos de una antigua cabaña mesolítica, lo que indica una ocupación continua y un uso simbólico del espacio a lo largo del tiempo.
Estos descubrimientos ofrecen una visión más profunda de las comunidades neolíticas y su capacidad para transformar el paisaje, subrayando la importancia de la región atlántica en el desarrollo del megalitismo europeo.