Arqueólogos han descubierto una tumba de más de 4000 años en la necrópolis de Saqqara, según Heritage Daily. Este sitio funerario se cree que es el último lugar de descanso de Teti Neb Fu, un médico prominente que sirvió durante el reinado del faraón Pepi II, entre 2278 y 2184 a.C.
Teti Neb Fu ocupó varios roles importantes, incluido el de médico del palacio real y sacerdote de la diosa sanadora Selket. Contribuyó significativamente al desarrollo del sistema de salud del antiguo imperio, que incluía cirugías no invasivas, atención dental y tratamientos médicos.
Las paredes de la cámara están ricamente adornadas con intrincadas tallas y símbolos, que han sobrevivido notablemente a pesar del saqueo histórico. Además, la tumba contenía un sarcófago de piedra grabado con el nombre y los títulos del difunto.
El techo está pintado de rojo y diseñado para parecerse a granito.