Buzos han recuperado un cargamento de champán del naufragio de la goleta holandesa Henrik, que se hundió en 1861 frente a la costa de Blekinge, Suecia. Se cree que el barco se dirigía a entregar la exclusiva bebida al zar ruso Alejandro II.
El champán, notablemente bien conservado, aunque carece de carbonatación y está ligeramente turbio, fue analizado por expertos del productor de champán Roederer. El análisis tiene como objetivo comparar la composición química del champán del siglo XIX con las variedades modernas, ofreciendo información sobre las prácticas históricas de elaboración del vino y las preferencias de los consumidores.
El gobierno sueco ha asegurado el naufragio para evitar el saqueo. Los planes futuros incluyen la publicación de un informe sobre los hallazgos. Aún no se sabe si el champán se exhibirá en un museo, lo que permitirá al público experimentar esta visión única del pasado.