Un estudio reciente revela que las plantas de tomate en las Islas Galápagos están experimentando una 'evolución inversa', un fenómeno raro en el que están volviendo a rasgos ancestrales. Este descubrimiento proporciona información sobre la adaptabilidad de la vida y abre nuevas posibilidades para la ingeniería genética en la agricultura.
La investigación, publicada en *Nature Communications* en junio de 2025 por científicos de la Universidad de California, Riverside, y el Instituto Weizmann de Ciencias, se centró en dos especies de tomate silvestres, *Solanum cheesmaniae* y *Solanum galapagense*. Estas plantas son descendientes de tomates sudamericanos. El estudio encontró que en las islas más jóvenes, volcánicamente activas, los tomates están produciendo alcaloides, compuestos amargos que actúan como pesticidas naturales, similares a los que se encuentran en las berenjenas.
La diferencia clave radica en la estereoquímica de los alcaloides. Aunque los alcaloides 'antiguos' y 'modernos' están hechos de los mismos átomos, su disposición tridimensional difiere, alterando su comportamiento biológico. Los investigadores identificaron la enzima responsable del ensamblaje de los alcaloides. Descubrieron que solo cuatro cambios de aminoácidos en esta enzima eran necesarios para revertir su función, permitiendo a las plantas sintetizar los compuestos 'prehistóricos'. La distribución geográfica de este fenómeno sugiere una causa ambiental, con las duras condiciones de las islas occidentales favoreciendo el resurgimiento de estos mecanismos de defensa.
Esta investigación desafía la visión clásica de que una vez que un rasgo se pierde, es poco probable que reaparezca a través de la misma vía genética. El estudio demuestra que la 'evolución inversa' es posible y puede ocurrir de manera precisa y consistente. Este hallazgo no solo reescribe la comprensión de la evolución de las plantas, sino que también abre las puertas a la ingeniería genética, lo que podría conducir a cultivos más resistentes a las plagas, más seguros para el consumo o incluso con propiedades medicinales. Subraya que la evolución no es una progresión lineal, sino una compleja interacción donde mirar hacia atrás a veces puede significar avanzar. El tomate, un alimento consumido globalmente, es un excelente ejemplo de este fascinante proceso. En Latinoamérica, donde la agricultura juega un papel crucial en la economía y la seguridad alimentaria, este tipo de investigación tiene un gran potencial para mejorar la producción de alimentos y la sostenibilidad agrícola. En países como México y Argentina, donde la diversidad de tomates es amplia, este estudio podría tener implicaciones significativas para el desarrollo de variedades más resistentes y adaptadas a las condiciones locales.