Es probable que el cometa C/2025 F2 (SWAN) se haya desintegrado poco después de su descubrimiento. Observaciones recientes sugieren que el cometa, que apareció como una mancha verde borrosa en el cielo, se rompió en los últimos días. Aunque el cometa en sí ha desaparecido, su remanente, ahora una nube de polvo, aún puede ser visible a través de telescopios durante algunas semanas más.
Los observadores del cielo en el hemisferio norte tienen la oportunidad de observar el remanente del cometa en el cielo de la madrugada. Se esperaba que el cometa hiciera su aproximación más cercana al sol alrededor del 1 de mayo, ofreciendo una oportunidad única de observación. Sin embargo, ahora los observadores pueden presenciar el paso final de la nube de polvo del cometa.
Los astrónomos especulan que el cometa SWAN se originó en la Nube de Oort, una región distante de objetos helados en el borde de nuestro sistema solar. La intensa radiación solar demostró ser demasiado para que el cometa la soportara, lo que finalmente condujo a su desintegración. Un ligero desvanecimiento en el brillo inicial del cometa sirvió como una indicación temprana de su inminente desaparición.