Investigaciones recientes indican que influencias gravitacionales de un objeto externo podrían haber alterado significativamente las órbitas de los planetas en nuestro sistema solar. Esta investigación, realizada por astrofísicos de la Universidad de Toronto y la Universidad de Arizona, fue publicada en un servidor de preprints de la Universidad de Cornell.
El sistema solar, que existe desde hace aproximadamente 4.6 mil millones de años, presenta órbitas planetarias que no están alineadas en un solo plano, lo que sugiere un pasado dinámico. El estudio destaca que los planetas se formaron inicialmente en órbitas perfectamente circulares alineadas con el ecuador solar, pero factores externos han perturbado esta disposición.
Tradicionalmente, la dinámica del movimiento planetario se ha atribuido a procesos internos, siendo el modelo de Nice el más aceptado para explicar las interacciones gravitacionales dentro del sistema. Sin embargo, los autores argumentan que los modelos existentes no logran explicar completamente la configuración actual del sistema solar.
Teorías anteriores propusieron que el campo gravitacional de una estrella cercana podría haber desestabilizado el sistema. La nueva investigación explora la posibilidad de que un objeto masivo, como un planeta o una enana marrón, haya pasado a través del sistema solar. Las enanas marrones son objetos subestelares con masas entre 13 y 80 veces la de Júpiter.
Las simulaciones sugieren que un objeto con una masa entre dos y 50 veces la de Júpiter podría haberse acercado al Sol en una trayectoria hiperbólica, a menos de 20 unidades astronómicas (UA). Para ponerlo en contexto, Urano se encuentra actualmente a aproximadamente 19 UA del Sol.
El escenario más probable implica un planeta con una masa aproximadamente ocho veces la de Júpiter acercándose a 1.69 UA del Sol, ligeramente más lejos que la posición actual de Marte. Este escenario gana credibilidad a partir de descubrimientos recientes, incluidos el asteroide interestelar 'Oumuamua' y el cometa Borisov, así como la identificación de planetas huérfanos no vinculados gravitacionalmente a ninguna estrella.