Astrónomos detectan explosión cósmica de rápida evolución en galaxia distante

El 12 de diciembre de 2024, un equipo internacional de astrónomos anunció la detección de una explosión cósmica excepcionalmente rápida y brillante, designada como CSS161010, que se origina en una pequeña galaxia situada a 500 millones de años luz.

Este evento alcanzó su brillo máximo en solo cuatro días y se redujo a la mitad en 2,5 días, marcando un hito científico significativo y presentando desafíos para el equipo de investigación. Los hallazgos fueron publicados en The Astrophysical Journal.

CSS161010 fue identificado por primera vez por el Catalina Real-Time Transient Survey, con una detección previa notificada por el All-Sky Automated Survey for SuperNovae. Las observaciones de seguimiento se realizaron utilizando el Gran Telescopio Canarias (GTC) y el Telescopio Óptico Nórdico (NOT) en el Observatorio del Roque de Los Muchachos, que opera el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC).

Los fenómenos cósmicos de rápida evolución han sido históricamente difíciles de estudiar debido a su naturaleza. Sin embargo, los avances en técnicas modernas y en instrumentación han mejorado el campo de visión y las capacidades de imagen de alta resolución.

Hasta la fecha, solo se han detectado unas pocas explosiones cósmicas con brillo y evolución similares, y sus orígenes siguen siendo en gran medida desconocidos. El equipo de investigación, dirigido por Claudia Gutiérrez, sugiere que las propiedades espectrales únicas de CSS161010 proporcionan pistas cruciales sobre su origen físico, sugiriendo que podría ser el resultado de un pequeño agujero negro que consume una estrella.

Esta conclusión se derivó de la observación de amplias líneas de hidrógeno que mostraban velocidades de hasta el 10% de la velocidad de la luz, junto con una evolución sin precedentes. Dos meses después de la explosión, el brillo del objeto había disminuido 900 veces con respecto a su máximo.

De manera sorprendente, los espectros captados por el GTC revelaron que todos los perfiles de líneas de hidrógeno seguían desplazados hacia el azul, lo que indica velocidades extremas hacia la Tierra. Esto sugiere un fuerte flujo de gas, un hallazgo inesperado para una supernova.

Claudia Gutiérrez, autora principal del estudio e investigadora postdoctoral en el Instituto de Estudios Espaciales de Cataluña (IEEC) y en el Instituto de Ciencias del Espacio (ICE-CSIC), declaró: "Descubrir y analizar estas explosiones cósmicas es particularmente desafiante debido a su rápida evolución. Sin embargo, la respuesta ágil de nuestra colaboración científica nos permitió obtener espectros de alta calidad, revelando propiedades únicas nunca observadas en ningún otro objeto, lo que nos permitió delimitar la naturaleza de este evento extraordinario."

Ella agregó: "Cuando vimos los espectros, no sabíamos qué decir. Nunca habíamos encontrado un perfil de línea de hidrógeno tan desplazado hacia el azul; este desplazamiento significaba que el gas se está moviendo hacia nosotros a velocidades extremadamente altas. Esta característica fue sorprendente e intrigante a la vez, y nos impulsó a investigar posibles conexiones con la galaxia donde ocurrió el evento."

La explosión se produjo en una galaxia diminuta que contiene una masa de estrellas aproximadamente 400 veces menor que la de nuestra Vía Láctea. Por lo tanto, si la galaxia alberga un agujero negro masivo, su masa también debe ser pequeña, correspondiente a un agujero negro de masa intermedia (100-100,000 masas solares).

El profesor Seppo Mattila, de la Universidad de Turku en Finlandia, uno de los autores principales del artículo, explicó: "Hasta ahora, este tipo de agujeros negros han sido extremadamente difíciles de identificar, y los astrónomos solo conocen un número muy pequeño de casos confirmados."

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