NASA ha elegido a SpaceX para lanzar la misión Dragonfly, un módulo de aterrizaje con rotor diseñado para explorar la luna Titán de Saturno, como parte del programa New Frontiers. La misión tiene como objetivo recolectar muestras de material y analizar la composición de la superficie en diversas condiciones geológicas, buscando los bloques de construcción de la vida.
El contrato a precio fijo tiene un valor de aproximadamente 256,6 millones de dólares, cubriendo los servicios de lanzamiento y los gastos asociados a la misión. La ventana de lanzamiento prevista para Dragonfly se establece entre el 5 y el 25 de julio de 2028, utilizando un cohete SpaceX Falcon Heavy desde el Complejo de Lanzamiento 39A en el Centro Espacial Kennedy de la NASA en Florida.
Dragonfly emplea un enfoque innovador para la exploración planetaria, utilizando un rotorcraft para navegar entre diversos sitios en Titán, la luna más grande de Saturno, para recolectar muestras. En colaboración con socios globales, la carga útil de Dragonfly evaluará la habitabilidad del entorno de Titán, investigará la evolución de la química prebiótica y buscará signos químicos que indiquen si alguna vez existió vida basada en agua o hidrocarburos en la luna.
El equipo de Dragonfly, gestionado por el Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins en Laurel, Maryland, está formado por científicos, ingenieros, tecnólogos y gerentes con amplia experiencia en misiones que han explorado el sistema solar desde el Sol hasta Plutón y más allá, así como expertos en aeronaves de rotor, vuelo autónomo y sistemas espaciales de todo el mundo.
Dragonfly es la cuarta misión en el programa New Frontiers de la NASA, supervisado por el Centro de Vuelo Espacial Marshall en Huntsville, Alabama, para la Dirección de Misiones Científicas de la agencia en Washington.