El norte de Marruecos ha estado lidiando con una serie de incendios forestales en los últimos días, exacerbados por una ola de calor excepcional y fuertes vientos. Los incendios han arrasado más de 110 hectáreas de vegetación en varias provincias, incluyendo Tánger, Tetuán y Larache.
El incendio inicial estalló en el bosque de Houara, cerca de Tánger, consumiendo más de 85 hectáreas. Otro incendio en la región de Wadras, en Tetuán, destruyó casi 20 hectáreas de pinos y vegetación silvestre, lo que representó una amenaza para las zonas residenciales cercanas. Se registraron dos incendios adicionales en la provincia de Larache.
Más de 500 efectivos de varios servicios de emergencia fueron desplegados para combatir los incendios, con el apoyo aéreo de aviones Canadair de la Real Fuerza Aérea. La Agencia Nacional de Aguas y Bosques (ANEF) ha asignado un presupuesto de 160 millones de dírhams para la temporada de verano para reforzar los esfuerzos de prevención e intervención.