Seúl, Corea del Sur, está experimentando un resurgimiento de las infestaciones de 'lovebugs', científicamente conocidos como Plecia nearctica, lo que suscita preocupaciones ambientales entre los residentes. Videos que circulan en las redes sociales muestran densos enjambres de estos insectos, particularmente en el monte Gyeyang en Incheon, al oeste de Seúl, donde los senderos y miradores están cubiertos por los bichos.
Los 'lovebugs', conocidos por su comportamiento de apareamiento en el que vuelan en parejas, con los machos muriendo poco después y las hembras viviendo aproximadamente una semana para poner cientos de huevos en suelo húmedo, se están convirtiendo en un problema ambiental notable. Si bien no representan una amenaza directa para la salud humana a través de picaduras o transmisión de enfermedades, su abundancia es una molestia y un indicador potencial de cambios ecológicos más amplios.
Los expertos sugieren que el cambio climático y el desarrollo urbano están creando condiciones favorables para que los 'lovebugs' expandan su rango en zonas templadas. El efecto de isla de calor urbana de Seúl, exacerbado por el cambio climático, convierte a la ciudad en un hábitat atractivo para estos insectos. Las autoridades de la ciudad aconsejan a los residentes que minimicen la iluminación exterior por la noche, mantengan mosquiteras en las ventanas, usen ropa de color claro al aire libre (para evitar atraer a los bichos) y limpien regularmente los vehículos para evitar daños. Estas medidas reflejan una creciente conciencia de la interconexión entre los entornos urbanos, el cambio climático y las poblaciones de insectos.