Estados Unidos y el Reino Unido se enfrentan actualmente a importantes olas de calor, lo que plantea graves riesgos para la salud de millones de personas. Las temperaturas se han disparado a niveles sin precedentes, lo que ha llevado a los funcionarios de salud a emitir advertencias e instar a tomar precauciones.
En EE. UU., más de 40 millones de personas se ven afectadas por las altas temperaturas, con el Medio Oeste experimentando máximas en los 30 grados Celsius. Ciudades importantes como Nueva York, Filadelfia, Washington y Denver se enfrentan a máximas de más de 38 grados Celsius. Se espera que la costa este sufra lo peor del calor a principios de la próxima semana.
El Reino Unido también está experimentando su primera ola de calor de 2025, con temperaturas que se espera que alcancen hasta 34°C en el este de Inglaterra. Esto es aproximadamente 12°C por encima del promedio estacional. Se ha emitido una alerta de salud por calor ámbar en toda Inglaterra, lo que enfatiza la necesidad de tomar precauciones, especialmente para los grupos vulnerables.
Los funcionarios de salud están enfatizando los peligros de la exposición prolongada a altas temperaturas, especialmente para niños, ancianos y personas con problemas de salud preexistentes. Las recomendaciones incluyen mantenerse hidratado, evitar actividades extenuantes y buscar entornos con aire acondicionado. Los científicos atribuyen el aumento de la frecuencia e intensidad de estos eventos de calor al cambio climático.