La actividad solar alcanzó su punto máximo en febrero de 2025, lo que provocó un aumento significativo de las llamaradas solares y las eyecciones de masa coronal. Estos eventos tienen un impacto directo en el campo magnético de la Tierra, lo que puede provocar interrupciones en los sistemas de comunicación, las redes eléctricas y las operaciones de los satélites.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) ha emitido una alerta de tormenta geomagnética, advirtiendo de posibles interrupciones en las comunicaciones de radio y la navegación GPS. Además, el aumento de la actividad solar puede provocar impresionantes auroras boreales en latitudes más altas.
Los científicos están monitoreando de cerca la actividad solar y están preparados para tomar las medidas necesarias para mitigar los riesgos potenciales. Se espera que el ciclo solar actual alcance su punto máximo en 2025, con una mayor actividad prevista durante todo el año.