El 18 de diciembre de 2024, Japón sufrió el impacto de un severo tifón, clasificado como una de las tormentas más fuertes que ha golpeado la región en los últimos años. El tifón, denominado Tifón Kira, tocó tierra en la parte sur del país, trayendo consigo vientos intensos y fuertes lluvias.
Las autoridades informaron que las velocidades del viento superaron los 180 km/h, causando daños significativos a la infraestructura, incluyendo líneas eléctricas y edificios. Más de 1 millón de residentes fueron aconsejados a evacuar de las áreas costeras propensas a inundaciones y deslizamientos de tierra.
Los servicios de emergencia han sido desplegados en las regiones afectadas para ayudar con las evacuaciones y proporcionar asistencia a los afectados por la tormenta. El gobierno japonés ha declarado el estado de emergencia en varias prefecturas, movilizando recursos para garantizar la seguridad y el bienestar de sus ciudadanos.
Según las últimas actualizaciones, al menos 500,000 hogares están sin electricidad, y los servicios de transporte, incluidos los ferroviarios y aéreos, han sido severamente interrumpidos. Las operaciones de rescate están en curso, con equipos trabajando incansablemente para llegar a aquellos atrapados debido a las condiciones climáticas adversas.
Los expertos advierten que el cambio climático podría estar contribuyendo a la creciente intensidad de los tifones en la región, instando a medidas de preparación ante desastres más robustas en el futuro.