El 25 de noviembre de 2024, fuertes lluvias provocaron inundaciones severas en el sureste asiático, afectando a varios países, incluidos Vietnam, Tailandia y Filipinas. El diluvio ha causado daños significativos a la infraestructura y la agricultura, dejando a miles de residentes desplazados de sus hogares.
En Vietnam, el gobierno informó que casi 100,000 personas han sido afectadas, con muchas áreas experimentando niveles de agua que superan los dos metros. Se han desplegado servicios de emergencia para ayudar en las operaciones de rescate, y las autoridades locales están trabajando para proporcionar refugio y alimentos a los afectados.
En Tailandia, el Ministerio del Interior confirmó que varias provincias están en estado de emergencia debido a las inundaciones. Las carreteras se han vuelto intransitables, y las escuelas han sido cerradas como medida de precaución.
Las Filipinas también enfrentan desafíos, con deslizamientos de tierra reportados en regiones montañosas. El Consejo Nacional de Reducción de Riesgos de Desastres ha emitido advertencias por más lluvias, instando a los residentes en áreas vulnerables a evacuar.
Los expertos atribuyen los eventos climáticos extremos al cambio climático en curso, que está provocando patrones climáticos más intensos e impredecibles a nivel mundial. La situación sigue siendo crítica mientras las autoridades continúan monitoreando y respondiendo a la catástrofe en curso.