A medida que avanza el otoño, los meteorólogos pronostican el desarrollo de una débil La Niña, que se anticipa afectará las temperaturas y las precipitaciones en los Estados Unidos este invierno.
La Niña, caracterizada por temperaturas oceánicas más frías de lo normal en el Pacífico ecuatorial, típicamente influye en los patrones climáticos globales. Sus efectos más significativos se observan durante los meses de invierno en el hemisferio norte.
El invierno pasado fue el más cálido registrado para los Estados Unidos continentales, atribuido a la influencia de El Niño. Esto resultó en una notable sequía de nieve, especialmente en el noreste y el medio oeste, donde los eventos significativos de nieve fueron en gran parte inexistentes.
El Centro de Predicción Climática indica una probabilidad del 60 % de que La Niña se desarrolle en noviembre, con una posible persistencia hasta la primavera de 2025.
Aunque la fuerza de La Niña sigue siendo incierta, las previsiones actuales sugieren un evento más débil, lo que podría llevar a resultados climáticos variables. Los eventos de La Niña más fuertes suelen ejercer una influencia más consistente en el clima invernal.
Las predicciones para este invierno indican que el norte de EE. UU. probablemente experimentará condiciones más húmedas, especialmente en el noroeste del Pacífico, el medio oeste y partes del noreste. Este cambio contrasta drásticamente con el patrón del invierno anterior, que favorecía un sur más húmedo y un norte más seco.
Aunque se espera un aumento de las precipitaciones, esto no garantiza una acumulación sustancial de nieve, ya que las temperaturas deben permanecer lo suficientemente bajas para que la nieve se acumule. En general, los eventos de La Niña más débiles permiten más nieve en el noreste, mientras que los eventos más fuertes pueden restringir la caída de nieve debido a temperaturas más cálidas que avanzan hacia el norte.
Las previsiones de temperatura sugieren un invierno más cálido de lo normal para gran parte del sur de EE. UU. y las regiones del este, lo que podría llevar a tormentas invernales más húmedas en lugar de nevadas en algunas áreas. Las condiciones de sequía podrían empeorar en los estados del sur debido a estas previsiones más cálidas.
En contraste, el noroeste del Pacífico podría experimentar un aumento de la nieve, lo cual es crucial para el turismo invernal y el suministro de agua en verano. Se espera que el norte de California mantenga niveles normales de precipitación, mientras que el sur de California probablemente experimentará condiciones más cálidas y secas.
En general, el invierno de La Niña anticipado presenta una compleja interacción de patrones climáticos que requerirá un monitoreo cercano a medida que avance la temporada.