El rápido huracán Helene avanza por el Golfo de México hacia Florida, amenazando con una subida de agua "insoportable" en las partes noroccidentales del estado, así como con vientos dañinos, lluvias e inundaciones repentinas que se extienden cientos de millas tierra adentro en el sureste de EE.UU.
Las previsiones indican que Helene será un huracán mayor, clasificado como categoría 3 o superior, cuando toque tierra en la costa noroccidental de Florida el jueves por la noche. Se han emitido alertas de huracán y alertas de inundaciones repentinas hasta el centro-sur de Georgia, lo que ha llevado a los gobernadores de Florida, Georgia y las Carolinas a declarar estados de emergencia.
El Servicio Meteorológico Nacional en Tallahassee ha pronosticado oleadas de hasta 6 metros, que podrían ser particularmente catastróficas en la bahía de Apalachee en Florida. La oficina instó a los residentes a tomar en serio las órdenes de evacuación, calificando el escenario potencial de oleada como una pesadilla.
En preparación para la tormenta, los residentes en las áreas afectadas están acopiando suministros esenciales, mientras que las escuelas y universidades a lo largo de la costa del Golfo de Florida han cancelado clases. Se espera que Helene traiga vientos fuertes y lluvias intensas, con la posibilidad de cortes de energía prolongados y peligrosas inundaciones.
A medida que el huracán Helene continúa moviéndose hacia el norte, se anticipa que será una de las tormentas más grandes en impactar la región en años. La tormenta es la octava tormenta nombrada de la temporada de huracanes del Atlántico, que se ha pronosticado por encima de la media debido a las temperaturas oceánicas récord.
Además, se ha formado la tormenta tropical Isaac en el Atlántico y se espera que se fortalezca, posiblemente convirtiéndose en un huracán para el final de la semana. El ex huracán John se ha reformado como una tormenta tropical y también representa amenazas para la costa oeste de México.