La misión Dragonfly de la NASA, un vehículo de rotores de propulsión nuclear diseñado para explorar Titán, la luna de Saturno, en busca de posibles signos de vida extraterrestre, ha superado con éxito su revisión crítica de diseño. Este hito, anunciado el 24 de abril de 2025, significa que los planes de diseño, fabricación, integración y pruebas de la misión están aprobados, allanando el camino para la construcción de la nave espacial.
El lanzamiento de la misión Dragonfly está programado para julio de 2028 a bordo de un cohete Falcon Heavy de SpaceX desde el Centro Espacial Kennedy de la NASA en Florida. Después de un viaje de casi siete años, el vehículo de rotores pasará más de tres años analizando la superficie de Titán, evaluando su habitabilidad y buscando química prebiótica y posibles signos de vida.
Equipado con cámaras, sensores y muestreadores, Dragonfly explorará varios sitios de aterrizaje en Titán, una luna con una atmósfera densa, dunas de hidrocarburos y un océano subsuperficial. Los científicos creen que este océano podría albergar vida, lo que convierte a Titán en un objetivo principal para la investigación astrobiológica. La misión, gestionada por el Laboratorio de Física Aplicada (APL) de Johns Hopkins, representa un paso importante en la exploración planetaria y la búsqueda de vida más allá de la Tierra.