En agosto de 2024, el ex astronauta de la NASA Leroy Chiao informó haber presenciado dos orbes esféricos metálicos mientras volaba a 9,000 pies sobre Texas. Los objetos pasaron rápidamente junto a su avión, estimados a solo 20 pies de distancia, cada uno de aproximadamente tres pies de diámetro.
Chiao, quien comandó la Expedición 10 hacia la Estación Espacial Internacional, notó que los orbes no estaban detectados por radar, ni eran visibles en la pantalla de transpondedor de su avión. Describió el incidente como un 'golpe de suerte' que no colisionaron con su avión.
Especuló que los orbes podrían ser parte de un programa militar secreto, dada su naturaleza inusual y la falta de transparencia del gobierno sobre las recientes observaciones de drones en EE.UU.
Chiao expresó su preocupación por las implicaciones de los fenómenos aéreos no identificados, afirmando: 'Es difícil creer que nuestro gobierno no sabe realmente lo que está pasando.' Sus observaciones se alinean con una tendencia más amplia, ya que los OVNIs esféricos representaron el 22 por ciento de todos los avistamientos militares estadounidenses en los últimos informes.