El krill antártico es esencial para el ecosistema del Océano Austral, y una nueva investigación de la Universidad Julius-Maximilians de Würzburg (JMU) revela cómo su reloj interno les ayuda a prosperar en condiciones polares extremas.
El estudio, publicado en eLife en abril de 2025, muestra que el krill utiliza su reloj interno para gestionar su migración vertical diaria. Esto implica nadar a la superficie por la noche para alimentarse de algas y descender a aguas más profundas durante el día para evitar a los depredadores.
Los investigadores rastrearon krill individuales utilizando un monitor de actividad recientemente desarrollado. Incluso en la oscuridad constante, el krill mantuvo un ritmo diario, lo que demuestra la existencia de un reloj interno. Esta adaptación es vital para su supervivencia e impacta significativamente el ecosistema del Océano Austral y su papel como sumidero de carbono.