Una investigación reciente destaca el papel crítico de las praderas marinas del Mediterráneo en la lucha contra el cambio climático. Estos prados submarinos, particularmente los de Posidonia oceanica, son capaces de secuestrar aproximadamente 10 millones de toneladas de dióxido de carbono cada año. Este hallazgo subraya la importancia de proteger estos ecosistemas vitales, que a menudo se pasan por alto en las discusiones sobre el clima.
Realizada por un equipo de científicos marinos, el estudio enfatiza que estas praderas son más efectivas que la selva amazónica en la captura de gases de efecto invernadero. La salud de estos prados es crucial no solo para el almacenamiento de carbono, sino también para proporcionar hábitats para diversas especies marinas.
A medida que el cambio climático amenaza estos ecosistemas, los esfuerzos de conservación están aumentando en toda la región mediterránea. Desde Marsella hasta la costa italiana, se están llevando a cabo iniciativas para salvaguardar estos hábitats submarinos, que desempeñan un papel fundamental en el mantenimiento de la biodiversidad marina y la mitigación del impacto climático.
Esta investigación sirve como un llamado a una mayor conciencia y acción para proteger las praderas marinas, aliados esenciales en la lucha contra el cambio climático.