Los científicos han cuestionado recientemente la creencia de que solo los virus y microbios pueden sobrevivir en las profundidades extremas del océano. Una expedición innovadora liderada por investigadores del Instituto Oceánico Schmidt en el Este de la Dorsal del Pacífico, cerca de las Islas Galápagos, ha revelado la presencia de enormes gusanos tubulares de color blanco fantasmal prosperando en estos entornos hostiles.
Esta es la primera vez que se descubren animales en bolsas llenas de líquido debajo del lecho marino en respiraderos hidrotermales de aguas profundas, que se pensaba que solo albergaban vida microbiana y viral. Los gusanos tubulares, específicamente especies como Oasisia alvinae y Riftia pachyptila, pueden alcanzar longitudes impresionantes de hasta 20 y 50 centímetros, respectivamente.
La investigación destaca el potencial de colonización rápida por estos animales, sugiriendo que las larvas pueden ser transportadas a través del fondo marino por corrientes oceánicas antes de asentarse en los respiraderos. Curiosamente, el equipo encontró gusanos tubulares adultos e incluso evidencia de reproducción directamente debajo del lecho marino, lo que indica un ecosistema complejo que prospera en estas condiciones extremas.
Este descubrimiento no solo amplía nuestra comprensión de la vida en aguas profundas, sino que también plantea preguntas sobre los mecanismos de distribución de larvas en hábitats tan aislados.