En septiembre, la isla Churna fue designada como la segunda área marina protegida de Pakistán, con el objetivo de preservar su biodiversidad única pero en peligro.
Ubicada en el mar Arábigo, a unos 40 kilómetros de Karachi, los ambientalistas consideran que la isla es un hotspot de biodiversidad, hogar de muchas especies marinas raras y formaciones de coral.
Sin embargo, la isla enfrenta graves amenazas debido a actividades industriales, contaminación marina y pesca ilegal. Muhammad Moazzam Khan, asesor técnico de WWF-Pakistán, destacó que el ecosistema marino está en peligro por las plantas de energía cercanas, una refinería de petróleo y actividades recreativas.
La isla Churna cuenta con un hábitat coralino significativo y sirve como área de alimentación para varias especies marinas, incluidos ballenas y tiburones ballena. Las aguas circundantes son cruciales para los pescadores locales de las provincias de Sindh y Baluchistán, cuyos medios de vida están en riesgo.
Las preocupaciones han aumentado tras el primer caso de blanqueamiento de coral en 2022, probablemente relacionado con anomalías de temperatura provocadas por actividades industriales. Los ambientalistas enfatizan la necesidad urgente de controles más estrictos para combatir la contaminación marina y la pesca ilegal.