Senegal ha iniciado una campaña nacional de reforestación con el objetivo de restaurar y proteger sus bosques, esenciales para el ecosistema y la economía del país. Esta iniciativa forma parte de una estrategia más amplia para abordar la deforestación y promover la sostenibilidad ambiental.
La región de Kolda, en el sur de Senegal, ha sido identificada como una de las áreas prioritarias para esta campaña. La elección de Médina Yoro Foula como lugar de lanzamiento es estratégica, dada su ubicación fronteriza y su vulnerabilidad al tráfico de madera, así como un notable déficit de árboles frutales.
La deforestación en Senegal ha sido un problema grave. Entre 1990 y 2023, el país perdió aproximadamente el 13% de su superficie forestal, principalmente debido a la expansión agrícola, los incendios forestales, la tala ilegal y el sobrepastoreo. Esta pérdida forestal ha reducido la capacidad de los bosques senegaleses para absorber CO₂, socavando los esfuerzos de mitigación del cambio climático.
Para fortalecer la resiliencia climática en la región del Sahel, el gobierno senegalés y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) firmaron un acuerdo de asociación para la implementación de proyectos que buscan restaurar paisajes forestales degradados y mejorar la resiliencia climática.
La reforestación es esencial para la biodiversidad y los medios de vida en Senegal. La campaña no solo busca plantar árboles, sino también educar a la población sobre la importancia de los bosques y promover prácticas sostenibles. El gobierno está trabajando en colaboración con comunidades locales, organizaciones no gubernamentales y socios internacionales para asegurar el éxito de esta iniciativa. Este esfuerzo conjunto es crucial para mitigar los efectos del cambio climático y garantizar un futuro sostenible para Senegal.