En junio de 2025, el estado de Michoacán, México, puso en marcha la campaña de reforestación "Sembremos el Futuro". Este ambicioso proyecto tiene como objetivo plantar 10 millones de árboles en 14.000 hectáreas de terreno.
La iniciativa aborda la deforestación causada por la tala, la conversión a monocultivos, las actividades agroindustriales y la expansión urbana. Se utilizarán técnicas innovadoras, como drones y aviones, para dispersar semillas de pino en zonas de difícil acceso. Esta iniciativa es crucial para combatir la pérdida de biodiversidad y proteger los recursos naturales de la región.
Una parte significativa de los árboles, dos millones, se dedicará a la cuenca del lago Pátzcuaro. Este esfuerzo busca combatir el calentamiento global, mejorar la calidad del aire y preservar la biodiversidad de la región. En Latinoamérica, iniciativas similares se han implementado en países como Colombia y Brasil, demostrando la importancia de la cooperación regional en la lucha contra el cambio climático. La participación de la comunidad y el apoyo de las autoridades locales son fundamentales para el éxito de este tipo de proyectos, que benefician a las futuras generaciones.