En los paisajes del centro de Chile, donde especies exóticas como álamos y sauces invaden los ecosistemas nativos, una planta históricamente considerada una plaga forestal, el muérdago chileno (Tristerix corymbosus), podría estar revelando un papel inesperado.
Hallazgos científicos recientes sugieren que este hemiparásito nativo podría ser un agente natural crucial para el control biológico. Los investigadores han observado su capacidad para parasitar una amplia gama de plantas exóticas, reduciendo potencialmente su biomasa e incluso provocando su desaparición.
El estudio, publicado en la revista Ecology en marzo de 2025, destaca la influencia de la estructura del hábitat en el comportamiento del muérdago. También sugiere que el muérdago beneficia a las especies nativas al atraer a los polinizadores y dispersores de semillas, enriqueciendo el suelo con nutrientes.