Bahía, Brasil, es un actor importante en el cultivo de eucalipto, ocupando el cuarto lugar a nivel nacional con aproximadamente 700,000 hectáreas plantadas. Esta expansión del eucalipto, principalmente para la producción de pulpa, está entrelazada con los esfuerzos para armonizar el progreso económico y la sostenibilidad ecológica.
Empresas como Bracell están implementando estrategias como la formación de mosaicos, que implica la integración de plantaciones de eucalipto con fragmentos de bosques nativos. Este enfoque tiene como objetivo apoyar la biodiversidad y salvaguardar los recursos naturales. Bracell, que opera en más de 40 municipios, informa sobre más de 1,750 manantiales de agua dentro de sus áreas operativas y se compromete a conservar una hectárea de bosque nativo por cada hectárea de eucalipto plantado, centrándose en la restauración de tierras degradadas en lugar de la deforestación.
El rápido ciclo de crecimiento del eucalipto reduce la presión sobre los bosques nativos que se utilizan normalmente para la madera. La industria genera aproximadamente 230,000 empleos, lo que contribuye al avance socioeconómico en los municipios del interior. Sin embargo, es esencial un monitoreo continuo para mitigar los posibles efectos adversos sobre la fauna, la flora y los recursos hídricos, ya que algunos estudios indican que las plantaciones de eucalipto pueden provocar escasez de agua y pérdida de biodiversidad si no se gestionan de manera responsable. Algunas organizaciones también están preocupadas por el uso de pesticidas y el acaparamiento de tierras en la región.