En una notable iniciativa comunitaria, Carlos Valecillo, un historiador de la Ciudad de México, ha convertido su pasión por la reforestación en un proyecto de vida destinado a combatir el cambio climático. Comenzando en 2020 durante la pandemia de COVID-19, Valecillo comenzó a germinar semillas de jacaranda y desde entonces ha plantado más de 250 árboles en su comunidad.
Inicialmente, Valecillo enfrentó desafíos con las condiciones secas del suelo en la zona. Sin embargo, a través de prueba y error, y con la orientación de expertos ambientales, cambió su enfoque hacia especies nativas que son más adecuadas para el clima local, como retamas y copales.
Sus esfuerzos no solo han transformado el paisaje, sino que también han fomentado un resurgimiento de la biodiversidad local, atrayendo diversas especies de insectos y mariposas. El proyecto de Valecillo se alinea con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud sobre espacios verdes urbanos, ya que la Ciudad de México actualmente tiene solo 7.5 metros cuadrados de área verde por residente.
Además de su trabajo de reforestación, Valecillo cofundó Ciudad Bosque, una organización dedicada a extender proyectos similares a áreas marginadas. Su historia sirve como un llamado inspirador a la acción para que otros se involucren en el activismo ambiental.