Científicos han descubierto raras piscinas de sal de aguas profundas en el Golfo de Aqaba, una parte del Mar Rojo. Estas piscinas, apodadas "piscinas de la muerte" debido a su alta salinidad y falta de oxígeno, albergan microbios únicos que prosperan en condiciones extremas.
El descubrimiento fue realizado en 2020 por un equipo liderado por el Dr. Sam Purkis de la Universidad de Miami. Utilizaron un robot submarino especial en el buque de investigación OceanXplorer. Encontraron una piscina grande, de unos 10.000 metros cuadrados, y tres más pequeñas, todas a una profundidad de aproximadamente 1,1 millas (1,77 km).
Estas piscinas tienen altos niveles de sal y no contienen oxígeno, lo que las convierte en entornos extremos. A pesar de esto, albergan microbios extremófilos como bacterias y arqueas. Estudiar estos microbios ayuda a los científicos a comprender cómo pudo haber comenzado la vida en la Tierra y cómo buscar vida en otros planetas, un tema que resuena con el interés de la comunidad científica latinoamericana.
Los sedimentos en el fondo de estas piscinas contienen registros de eventos pasados, incluyendo tsunamis, inundaciones y terremotos. El análisis muestra que las inundaciones importantes ocurren aproximadamente cada 25 años y los tsunamis cada 100 años, lo cual es relevante para la gestión de riesgos costeros en países como Chile o Perú, propensos a estos fenómenos.
Debido a que las piscinas están cerca de la costa, contienen minerales de la tierra. Esto las convierte en archivos de tsunamis, inundaciones y terremotos durante miles de años. Esta información es valiosa para la investigación geológica y la comprensión de la historia de la región, especialmente en áreas con actividad sísmica como Centroamérica.
El descubrimiento también abre puertas a la investigación biotecnológica. Los microbios de estas piscinas producen compuestos con posibles usos médicos. Algunos compuestos tienen propiedades antibacterianas y anticancerígenas, lo que podría ser de interés para la industria farmacéutica en países como México o Argentina.
Estos hallazgos nos ayudan a comprender los ecosistemas extremos en la Tierra y el potencial de vida en otros planetas. Los investigadores continúan estudiando estas piscinas para aprender sobre los orígenes de la vida y la historia geológica de la Tierra, un tema que capta la atención de la comunidad científica y el público en general en América Latina.