El descubrimiento de una fortaleza de 50 habitaciones y muros de 4 kilómetros en la meseta de Tirişin, Turquía, a una altitud de 3.000 metros, es un hallazgo arqueológico de gran importancia que nos permite viajar en el tiempo. Este descubrimiento, liderado por el profesor Dr. Rafet Çavuşoğlu, de la Universidad de Van Yüzüncü Yıl, no solo revela la rica historia de la región, sino que también abre nuevas puertas para el turismo y la comprensión de las civilizaciones antiguas.
La investigación arqueológica, respaldada por el Ministerio de Cultura y Turismo, ha revelado que la fortaleza y los muros fueron construidos con piedra basáltica, un material que requería una gran habilidad para su manejo. Los hallazgos incluyen fragmentos de cerámica, piedras de molino y piedras con marcas, lo que sugiere una larga ocupación del sitio, que se extendió desde la Edad del Hierro hasta la Edad Media.
Según estudios recientes, la meseta de Tirişin, con sus importantes pastos y fuentes de agua, ha sido un punto estratégico para diversas civilizaciones a lo largo de la historia. El descubrimiento de la fortaleza con sus extensos muros es un testimonio de la importancia de la región. Además, el equipo de arqueólogos ha identificado aproximadamente 50 espacios y áreas habitables dentro de la fortaleza, lo que sugiere una comunidad próspera y organizada.
El equipo de investigación ha utilizado drones para documentar el sitio, fotografiando las coordenadas, los restos históricos, la arquitectura y la ubicación. Este enfoque tecnológico ha permitido una comprensión más completa del sitio y ha facilitado la preservación de los hallazgos. El objetivo final es revelar el rico patrimonio histórico de Van y mejorar el potencial cultural y turístico de la región, atrayendo a visitantes de todo el mundo interesados en explorar las maravillas del pasado.