Un estudio reciente revela que los orangutanes salvajes toman siestas diurnas para compensar la falta de sueño nocturno, un comportamiento sorprendentemente similar al de los humanos. Esta investigación, realizada por el Instituto Max Planck de Comportamiento Animal y la Universidad de Constanza en Alemania, en colaboración con científicos de la Universitas Nasional en Indonesia, arroja luz sobre los patrones de sueño de estos primates.
Los investigadores monitorearon a 53 orangutanes adultos en la selva tropical indonesia durante 14 años, recopilando datos sobre 455 días y noches de comportamiento. Los orangutanes construyen nidos nocturnos en la copa de los árboles, donde pasan una media de 13 horas durmiendo. Sin embargo, factores como la proximidad a otros animales, las temperaturas nocturnas más frías y el aumento del movimiento diurno pueden reducir la duración de su sueño nocturno.
En respuesta a la privación de sueño, los orangutanes toman siestas diurnas, cuya duración aumenta cuando el sueño nocturno es insuficiente. Estas siestas parecen ayudar a los animales a recuperarse fisiológica y cognitivamente después de noches de sueño inadecuado. Este comportamiento destaca la importancia del sueño para los orangutanes y su capacidad de adaptarse a los desafíos ambientales para mantener el bienestar. El estudio contribuye a una comprensión más profunda de los orígenes evolutivos y las funciones del sueño en animales salvajes.