El océano enfrenta desafíos importantes, con dos tercios de las regiones costeras alteradas o dañadas. La pesca de fondo perturba cerca de 5 millones de kilómetros cuadrados de hábitat marino anualmente. La basura marina y los contaminantes químicos añaden más presión, interfiriendo con los procesos naturales e impactando la biodiversidad.
La Agenda 2030 de la ONU tiene como objetivo proteger el 30% del océano para finales de la década. Los científicos están desarrollando estrategias para apoyar este objetivo a través de proyectos financiados por la UE. Sin embargo, la protección por sí sola es insuficiente para revertir la disminución de hábitats específicos y la funcionalidad general del ecosistema.
La restauración debe reintroducir activamente organismos que construyen hábitats marinos. Esto incluye pastos marinos, manglares, bosques de kelp, corales y bosques de animales de agua fría. Si bien la restauración pasiva puede funcionar, es un proceso lento, que puede tardar hasta 200 años para una recuperación completa.
Un estudio que revisó 764 proyectos de restauración marina en todo el mundo mostró una tasa de éxito promedio del 64%. Los esfuerzos de restauración han tenido éxito en diversos entornos, con resultados sólidos para los arrecifes de coral y los hábitats construidos por especies fundadoras. Estas historias de éxito demuestran que la restauración del fondo oceánico es posible.
Los factores clave que impulsan el éxito de la restauración incluyen los métodos específicos utilizados y el mantenimiento continuo. La selección cuidadosa del sitio con una fuerte conectividad ecológica también es esencial. Las zonas de amortiguamiento alrededor de las áreas restauradas ayudan a reducir la presión humana.
Los proyectos de restauración dependen del apoyo político, económico y tecnológico. El apoyo político incluye leyes que priorizan la restauración del hábitat. El apoyo económico financia los esfuerzos de restauración, y el apoyo tecnológico avanza los métodos de restauración.
Todos estos tipos de apoyo son cruciales para una restauración exitosa del ecosistema marino. Esto es especialmente necesario considerando el estado actual de degradación de nuestros ecosistemas marinos.