Barbara Linley, una apasionada conservacionista de Tullymorgan, Nueva Gales del Sur, hizo un descubrimiento sorprendente en su granja: una próspera población de koalas salvajes. Sin embargo, su hábitat estaba gravemente amenazado por la lantana, una especie invasora agresiva que cubría aproximadamente el 80% de su propiedad.
Reconociendo la urgente necesidad de actuar, Linley se asoció con el Fondo Mundial para la Naturaleza Australia (WWF) para combatir la infestación de lantana y restaurar el entorno natural de los koalas. Esta colaboración forma parte de un proyecto más amplio que fomenta los acuerdos de conservación privados en la región de Northern Rivers, con el objetivo de proteger los hábitats cruciales de los koalas.
A través de un acuerdo de conservación privado, Linley aseguró la financiación para eliminar la lantana invasora, que no solo dificulta el movimiento y el acceso a los alimentos de los koalas, sino que también intensifica los riesgos de incendios forestales. Sus esfuerzos han revelado un eucalipto de 500 años de antigüedad que antes estaba oculto por la densa maleza. El compromiso de Linley se extiende más allá de los koalas; también protege a los emús costeros en peligro de extinción en una segunda propiedad, empleando técnicas de quema controlada con expertos de las Primeras Naciones para promover la biodiversidad y reducir los riesgos de incendio.