Las ballenas exhiben una comunicación notablemente eficiente similar al habla humana, según un estudio de la Universidad de Stony Brook. Al analizar secuencias vocales de 16 especies de ballenas, los investigadores encontraron que muchas ballenas comprimen sus llamadas para maximizar la eficiencia, reflejando cómo los humanos agilizan el habla. Once especies siguen la ley de Menzerath, utilizando elementos más cortos en secuencias más largas, mientras que algunas, como las ballenas jorobadas y azules, se adhieren a la ley de Zipf, acortando los sonidos de uso frecuente.
En noticias relacionadas, la IA está avanzando en la comprensión de las emociones animales. Un estudio danés utilizó la IA para identificar emociones positivas y negativas en ungulados como vacas y cerdos mediante el análisis de sus vocalizaciones. El modelo de IA logró una tasa de precisión del 89,49%, identificando indicadores clave como la duración y la frecuencia del sonido. Esta tecnología podría revolucionar el monitoreo del bienestar animal, permitiendo la detección temprana del estrés y la promoción de emociones positivas.