Paul Watson, el renombrado activista medioambiental americano-canadiense, fue arrestado en Groenlandia el 22 de julio de 2024, debido a una orden de arresto internacional emitida por Japón por oponerse a la caza de ballenas. Después de 149 días en prisión, fue liberado el 17 de diciembre de 2024.
Watson, cofundador de Greenpeace y Sea Shepherd, estaba en Nuuk para repostar combustible mientras planeaba interceptar el nuevo barco factoría ballenero de Japón en el Pacífico Norte. Conocido por su incansable persecución de operaciones de caza ilegal, Watson ha abogado durante mucho tiempo por la protección de los mamíferos marinos.
En una entrevista de 2015, Watson enfatizó la necesidad de detener la pesca industrial a nivel mundial para permitir que el océano se regenere. Señaló que el océano es vital para la vida en la Tierra y produce la mitad del oxígeno que respiramos. Advirtió que desde 1950, el 40 % del fitoplancton ha desaparecido debido a la decimación de las poblaciones de ballenas y otros daños ambientales.
Watson pidió un cambio hacia dietas basadas en plantas, afirmando que el ganado consume una parte significativa de los peces capturados en el mar. Subrayó la importancia de mantener la biodiversidad y aprender a coexistir con otras especies para prevenir el colapso ecológico.
Su mensaje sigue siendo claro: si el océano muere, la humanidad enfrenta consecuencias terribles. Watson llama a la acción inmediata para proteger los ecosistemas marinos y garantizar un futuro sostenible.