Los locales Karen Lombard y Fraser Munroe descubrieron una tortuga carey viva en las costas de Aotea, Nueva Zelanda, lo que los llevó a alertar a Sarah Dwyer, miembro del personal del Departamento de Conservación (DOC).
Aunque las tortugas marinas se alimentan alrededor de Nueva Zelanda, no anidan allí. Las observaciones en el agua son comunes durante el verano, pero su aparición en tierra a menudo indica problemas de salud. Por esta razón, el DOC no intenta reflotar tortugas, sino que proporciona atención médica.
Gracias a la rápida respuesta de Lombard y Munroe, la tortuga fue transportada al aeropuerto, mantenida seca y enviada en vuelo al zoológico de Auckland para su evaluación. Según el veterinario del zoológico de Auckland, el Dr. Adam Naylor, la tortuga está críticamente desnutrida pero no presenta lesiones externas.
El equipo veterinario está administrando tratamientos de apoyo, incluidos líquidos intravenosos, y ajustando cuidadosamente la temperatura del agua para ayudar a la tortuga a recuperarse.
Rodney Ngawaka, un kaumatua de Ngāti Rehua-Ngātiwai ki Aotea, señaló que aunque muchas especies marinas regresan en primavera, ver una tortuga es raro. Subrayó la importancia de cuidar de este taonga (tesoro) y mantener una conexión con su futuro.
Si alguien encuentra una tortuga, ballena o delfín varado, se le anima a llamar al 0800 DOC HOT (0800 362 468) para obtener ayuda.