El 4 de julio de 2025, el presidente Donald Trump firmó la ley conocida como "Un Gran y Hermoso Proyecto de Ley" (OBBBA), que altera significativamente la política fiscal de Estados Unidos. La legislación, aprobada por la Cámara de Representantes, introduce importantes recortes de impuestos y reformas de gasto.
Los principales cambios fiscales incluyen un aumento del crédito fiscal por hijos de 2.000 a 2.200 dólares por cada hijo elegible, con efecto inmediato. Las disposiciones de la Ley de Recortes de Impuestos y Empleos de 2017, que debían expirar en 2025, ahora son permanentes, manteniendo los tipos y tramos impositivos actuales. Las empresas pueden deducir inmediatamente el 100% de los costes de equipos e investigación.
El proyecto de ley también aumenta el límite de la deducción de impuestos estatales y locales (SALT) a 40.000 dólares para los hogares que ganan menos de 500.000 dólares hasta el año fiscal 2029. Sin embargo, incluye recortes significativos en los programas sociales, como una reducción de 1,2 billones de dólares en Medicaid y asistencia alimentaria durante la próxima década.
En España y Latinoamérica, esta reforma fiscal genera diversas reacciones. Por un lado, la reducción de impuestos a las empresas podría ser vista con optimismo, ya que podría estimular la inversión y la creación de empleo, similar a las reformas fiscales implementadas en algunos países de la región. Por otro lado, los recortes en programas sociales suscitan preocupación por el impacto en las familias y los sectores más vulnerables, similar a los debates sobre la austeridad en países como Argentina o España. Analistas económicos señalan que el impacto a largo plazo de la reforma dependerá de diversos factores, incluyendo la evolución de la economía global y las políticas implementadas en Estados Unidos. Es importante destacar que, aunque la reforma se implementa en EE.UU., sus efectos pueden sentirse en la economía global y, por ende, en la región.