El presidente Trump ha impuesto un arancel adicional del 10% a las mercancías importadas de China, uno de los principales socios comerciales de Estados Unidos. Se espera que los aranceles afecten a las marcas de moda rápida como Shein y Temu, lo que provocará un aumento de los precios y retrasos en las entregas.
La nueva orden también elimina la excepción «de minimis», una laguna que las empresas chinas de comercio electrónico utilizaban para acelerar las entregas libres de impuestos por un valor inferior a 800 $. Este cambio obligará a las marcas de moda rápida a pasar por la aduana estadounidense, lo que aumentará aún más los costes y los plazos de entrega.
«En última instancia, habrá retrasos y costes adicionales, y el vestido de 2 $ podría acabar costando 4 $ y tardar una semana más en llegar a usted», dijo James Thompson, experto en comercio electrónico de Equity Value Advisors.
Los expertos en moda creen que la nueva política podría animar a los consumidores a comprar más productos estadounidenses, lo que podría beneficiar a marcas como New Balance, Buck Mason, Reformation y Huckberry.