Chemron Corp. presentó declaraciones fiscales por aproximadamente 300 millones de dólares al gobierno venezolano en 2023, lo que suscita cuestionamientos sobre los beneficios para la administración del presidente Nicolás Maduro en medio de las sanciones estadounidenses vigentes.
Documentos indican que la subsidiaria venezolana de Chevron, Chevron Global Technology Services Company, reportó una obligación tributaria de 8.1 mil millones de bolívares a la autoridad fiscal del país, Seniat, en marzo de 2024. Estas declaraciones se refieren a las empresas conjuntas de Chevron con la empresa estatal de petróleo, PDVSA, y han generado interrogantes sobre la conformidad con las sanciones estadounidenses.
El portavoz de Chevron, Bill Turenne, afirmó: 'Chevron realiza sus actividades en Venezuela en cumplimiento de todas las leyes y regulaciones aplicables.'
Las declaraciones revelan que la empresa conjunta de Chevron, Petropiar, declaró 217 millones de dólares en impuestos sobre la renta para 2023, mientras que Petroboscan reportó 83 millones de dólares, utilizando un tipo de cambio promedio de 27 bolívares por dólar. Chevron posee participaciones minoritarias en cuatro empresas conjuntas con PDVSA, que están obligadas a pagar un tercio de su producción en regalías y otros impuestos según las leyes de hidrocarburos de Venezuela.
No obstante, estos pagos parecen entrar en conflicto con la exención de sanciones de Chevron bajo la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Tesoro de EE. UU. La Licencia General 41 prohíbe a la empresa pagar impuestos, regalías o dividendos a PDVSA o a cualquier entidad controlada por el estado, y también restringe la venta de petróleo venezolano fuera de EE. UU.
La situación podría atraer más atención a medida que el presidente electo Donald Trump se espera que adopte una postura más dura contra el régimen de Maduro. La administración Biden había suavizado las restricciones sobre las operaciones venezolanas de Chevron en 2022 después de que Maduro acordara reanudar conversaciones sobre elecciones democráticas, en medio de una inflación creciente impulsada por los altos precios del petróleo.
El nominado a secretario de Estado, Marco Rubio, comentó: 'Las empresas como Chevron están llevando miles de millones de dólares a las arcas del régimen, y el régimen no ha cumplido ninguna de las promesas que hizo. Todo eso necesita ser reexaminado.'
A medida que las operaciones de Chevron en Venezuela estén bajo el escrutinio, se espera que la conformidad de la empresa con las sanciones estadounidenses y sus contribuciones financieras al gobierno de Maduro enfrenten un nuevo examen en los próximos meses.
Las declaraciones fiscales de Chevron en Venezuela subrayan la compleja relación entre las corporaciones globales, las sanciones internacionales y la gobernanza local. Si bien los 300 millones de dólares en declaraciones fiscales destacan la conformidad de Chevron con las regulaciones venezolanas, también plantean preguntas críticas sobre la medida en que la administración de Maduro se beneficia de las operaciones de la empresa en medio de las sanciones estadounidenses. Esta situación ejemplifica los desafíos que enfrentan las corporaciones multinacionales al navegar en entornos políticamente sensibles, equilibrando las obligaciones legales con consideraciones éticas y presiones geopolíticas.