Espadas láser, humo y gritos histéricos acompañaron a Danny O'Donoghue mientras se dirigía a un pequeño escenario en el centro de un 3Arena lleno. Bajo un abrigo oscuro brillante, el vocalista de The Script lucía una camisa roja brillante y gruesas botas de plataforma. Si no estuviera cantando las primeras líneas de 'You Won't Feel a Thing', podrías esperar que presentara su primer truco de magia.
Basado en oyentes mensuales en Spotify, The Script es el 222º acto más grande del mundo, y el lugar refleja esa etiqueta. Muchos los asociarían principalmente con su álbum debut homónimo que llegó hace 16 años, pero el catálogo que siguió ha inspirado a un público joven y enérgico para una banda que aún está en su apogeo.
Cualquier elogio o crítica hacia The Script a menudo gira en torno a su atractivo masivo. Como estandartes del pop-rock antemático, suscitan comparaciones naturales con Coldplay y OneRepublic. Al igual que estos últimos, han seguido las tendencias contemporáneas a lo largo de los años, adoptando un pop más bailable y hip-hop.
'Rain' de 2017, que llega tres canciones después, es prueba de ello. Guitarra acústica de estilo latino groovy sobre acordes de piano abiertos y un ritmo de baile vibrante. Voces falsetto limpias para un estribillo pegajoso. Confeti llueve sobre la multitud, que actúa como un coro estruendoso a lo largo del espectáculo.
Varias canciones más tarde, la oscuridad desciende sobre la sala para el momento más nostálgico de la noche. O'Donoghue se sienta con las piernas cruzadas en la punta del escenario, y las primeras notas de 'The Man Who Can't Be Moved' resuenan. Provocan un rugido ensordecedor, y cada letra que sigue es coreada.
Puede ser difícil hacer que el 3Arena se sienta como un concierto local, pero en esos momentos, The Script lo logra. Las canciones, sin embargo, están adaptadas al atractivo masivo: la mayoría de las pistas están alejadas de cualquier ubicación, con la esperanza de resonar con todos los oyentes. Las referencias a Irlanda, cuando llegan, pueden parecer forzadas.
Cuando O'Donoghue habla, sus raíces son claras, pero canciones como 'Paint the Town Green' parecen irlandesas y moldeadas para la radio estadounidense. Esa no habría sido la intención, porque una cosa que la banda realmente es, es sincera.
Han sido 18 meses intensamente difíciles para The Script, que trágicamente perdieron al guitarrista y miembro fundador Mark Sheehan a la edad de 46 años en abril pasado. O'Donoghue y el baterista Glen Power decidieron finalmente continuar actuando, ahora como un cuarteto con Ben Weaver y el bajista de larga data Benjamin Sargent.
A mitad del set, interpretan 'If You Could See Me Now' en memoria de Sheehan. Es una canción que él y O'Donoghue escribieron sobre la experiencia compartida de perder a un padre, y sirve como una poderosa dedicatoria después de que el vocalista agradece a la multitud por 'ayudarnos a superar la parte más difícil de nuestras vidas.'
Su séptimo álbum, lanzado en agosto, es una prueba más de que The Script están saliendo adelante. Cierran la noche con una avalancha de éxitos - 'For the First Time,' 'Breakeven' y 'Hall of Fame' entre ellos. Manos experimentadas en este escenario, dejan a su coro en plena voz.