En 2025, LVMH, el gigante francés del lujo, experimentó importantes desafíos financieros y estratégicos. El valor de las acciones de la compañía disminuyó aproximadamente un 27% en lo que va del año y un 35% en los últimos 12 meses.
El primer trimestre de 2025 registró una disminución del 3% en las ventas orgánicas, con una caída del 5% en el segmento de moda y artículos de cuero. Las ventas en Asia, excluyendo Japón, cayeron un 11%, y en Estados Unidos un 3%. Estas caídas se atribuyeron a una menor demanda de los consumidores chinos y a las incertidumbres geopolíticas.
Moët Hennessy, la división de vinos y licores de LVMH, se enfrentó a una crisis, reportando una pérdida de efectivo de 1.500 millones de euros en 2024. Esto se debió a agresivos aumentos de precios, adquisiciones costosas e iniciativas de venta directa al consumidor sin éxito. Alexandre Arnault y el director financiero Jean-Jacques Guiony fueron nombrados para liderar un plan de recuperación.
Bernard Arnault, de 76 años, no tiene un plan de sucesión claro, lo que genera preocupación entre los inversores. Varias instituciones financieras, incluyendo Barclays y Morgan Stanley, han rebajado las calificaciones de las acciones de LVMH debido a estos desafíos.