El 1 de mayo de 2025 surgieron informes que indicaban que los miembros del consejo de administración de Tesla habían iniciado una búsqueda del sucesor de Elon Musk como CEO, citando preocupaciones sobre su atención dividida entre Tesla y su papel en la administración de Donald Trump como jefe del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE). Estos informes también destacaron una disminución en el valor de las acciones de Tesla y la aprensión de los inversores.
Sin embargo, la presidenta de Tesla, Robyn Denholm, refutó estas afirmaciones, afirmando la confianza del consejo en el liderazgo de Musk. Denholm calificó los informes como "absolutamente falsos" y afirmó el compromiso de Musk de ejecutar los planes de crecimiento de Tesla. Esta negación siguió a un informe del Wall Street Journal que detallaba el supuesto acercamiento del consejo a las empresas de búsqueda de ejecutivos.
La participación de Musk con DOGE ha generado tanto apoyo como críticas. Si bien el presidente Trump ha apoyado públicamente las contribuciones de Musk a la eficiencia del gobierno, han surgido preocupaciones con respecto a posibles conflictos de intereses y el impacto en el desempeño de Tesla. Datos recientes indican una notable disminución en el patrimonio neto de Musk y la capitalización de mercado de Tesla, aunque las fuentes varían en las cifras exactas. El propio Musk ha declarado su intención de dedicar más tiempo a Tesla a partir de mayo de 2025.